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sábado, 21 de septiembre de 2013

Las cicatrices se pueden mejorar considerablemente con cuidados y un procedimiento de carácter plástico.

  Aunque las cicatrices son la forma normal de curación del organismo ante las heridas, con alguna frecuencia ocasionan luego limitaciones de función o bien son estéticamente inaceptables. El criterio médico para el tratamiento de una cicatriz puede ser completamente diferente si se trata de corregir un defecto funcional causado por la cicatriz (por ejemplo, la imposibilidad de cierre de un párpado) que si se trata de mejorar una situación estéticamente inaceptable. En el primer caso, puede estar indicado actuar precozmente sobre la cicatriz a objeto de preservar la función que la cicatriz ha afectado. En el segundo, siempre es aconsejable esperar a que haya transcurrido el tiempo necesario para la maduración cicatricial -que nunca suele ser menor de seis meses- y permite entonces realizar una evaluación correcta de las auténticas secuelas estéticas producidas por la cicatriz y de la posibilidad de obtener una mejoría real mediante un procedimiento quirúrgico.